RINCÓN DE LECTURAS PARA 5° GRADO.

Rincón de lecturas para quinto grado.


Desarrollar tu fluidez, velocidad y comprensión lectora en quinto grado será mejor y más divertido con esta antología de lecturas que sallita trae para ti. En este rincón encontrarás una extensa colección de lecturas como fábulas, posía, narraciones, leyendas, cantos, adivinanzas y un sinfín de lecturas más con activides, juegos y ejercicios interactivos. Aprender y divertirse van de la mano en tus rincons de lectura que Sallita trae para ti.




 Don Quijote de la Mancha



Don Quijote de la Mancha es una novela que desde hace más de cuatrocientos años ha sido leída por toda clase de gente, que encuentra en ella inspiración para su vida. Vamos a leer el prólogo o la introducción a una adaptación de esta obra para niños.

Un día Don Quijote decide imitar a los caballeros andantes de los libros que había leído... Se pone una armadura, monta a caballo, se hace acompañar de un escudero, y sale a los caminos en busca de injusticias para ponerles remedio.
Su valor no tiene límites: lo impulsa a realizar empresas que parecen imposibles, a enfrentarse a gigantes y magos perversos, con tal de que el bien triunfe sobre el mal. Es un hombre de palabra: se esfuerza por cumplir lo que dice, y le basta decir algo para sentirse comprometido. Vive, además, enamorado, porque un caballero andante sin amores es como un árbol sin hojas ni frutos. Un enamorado siempre fiel, que nunca –aunque lo persigan las muchachas más bellas– traiciona el amor por su dama.
Con todo esto, Don Quijote no es soberbio, porque sabe que está al servicio de los ideales de la caballería, que se hallan por encima de cualquier caballero en lo individual, y sabe que es el amor de su dueña, la sin par Dulcinea del Toboso, lo que da fuerza a su brazo. Su ambición mayor es dedicar la vida a perseguir esos ideales, y decir de su amor que "en tan hermoso fuego consumido, nunca fue corazón".
La ambición más grande de Sancho Panza es satisfacer las necesidades de la vida diaria: tener que comer, un lugar donde dormir, ropa limpia, dinero... Lo tienta la idea de resolver de una vez por todas los apremios económicos y por eso se deja convencer de su vecino para irse con él, como su escudero, tras la promesa de que lo hará gobernador de una isla.
Sancho es un hombre prudente y pacífico, enemigo de pleitos. Se permite sentir miedo. No le interesa meterse con nadie ni que se metan con él. Tiene un perfecto sentido de la justicia y sobre todas las cosas ama a su familia. Respeta y quiere a su mujer, Teresa, con un amor tan sólido, tan pegado a la tierra como los refranes que continuamente dice.
Sancho es un hombre leal, dispuesto a hacer casi todo por su amo –no a dejarse azotar, por ejemplo–; vence sus temores y sus fatigas por lealtad y termina contagiado por los ideales de su patrón, a quien él llama el Caballero de la Triste Figura.

Don Quijote y Sancho Panza son dos buenos modelos; es mucho lo que podemos aprender de ellos. Es importante tener ideales, y es importante ocuparse de los asuntos de todos los días.

Felipe Garrido, “Prólogo a Miguel de Cervantes Saavedra” en Don Quijote de la Mancha. México, SEP-Océano, 2005.

Lectura con 462 palabras.



¿Por qué tienen melena los leones?


En la lectura de hoy vamos a enterarnos de cómo las hormonas son un factor decisivo para el desarrollo de los seres vivos. Atención.
La gran melena de los leones creció por la influencia de una hormona llamada testosterona. Los leones no son las únicas criaturas que tienen hormonas. Tú tienes hormonas también. Estas hormonas (mensajeros químicos) se encargan de tu crecimiento y desarrollo. La testosterona hace que crezca la barba en el hombre y que algunos pájaros machos tengan plumas de muchos colores. En los venados macho, la hormona controla el crecimiento de los cuernos.
Los leones macho adultos son los únicos de la familia de los felinos que tienen melena. Los machos jóvenes pueden tener un poco de pelo alrededor de la cabeza, pero hasta que
no son adultos maduros no les crece completamente la gran melena en la cabeza y el cuello. Esto sucede cuando cumplen los cinco años.
Los zoólogos, que estudian a los animales, piensan que las melenas de los leones tienen varios propósitos. Un león de melena grande puede impresionar a los otros machos, haciendo que parezca más grande, más fuerte y más amenazante de lo que realmente es. Puede que la melena proteja el cuello del león durante las peleas con otros machos, y la melena muestra la masculinidad del león, igual que la barba en los hombres.

Pedro Larios Aznar, “¿Por qué tienen melena los leones?” en Los porqués de la gente. México, SEP, 2002.

Lectura con 225 palabras.

Rolf y Rosi



Rolf era repartidor de leche. Con lluvia o sol, a las cuatro y media ya estaba vestido para comenzar su ruta.
Rosi tenía nueve años. Rolf era su papá. Casi todas las mañanas ella dormía profundamente cuando Rolf salía, pero durante las vacaciones y los fines de semana se levantaba para acompañarlo. Su mamá ya no vivía con ellos, así que Rolf y Rosi tenían que ver el uno por el otro.
En el verano todo salía a pedir de boca. A las cuatro y media ya clareaba y cantaban los pájaros, pero en invierno era espantoso. Hacía frío y estaba oscuro, llovía, helaba, o soplaba el viento. A veces, si nevaba durante la noche, había que quitar la nieve del
camioncito repartidor antes de poderlo poner en movimiento. Tenían que manejar con mucho cuidado, y las manos se les enfriaban con las botellas heladas, y la gente se quejaba de que la leche llegara tarde. Rosi odiaba el invierno. Le alegraba no tener que hacer la ronda todos los días, como Rolf.
Una tarde, cuando Rosi llegó de la escuela, Rolf le dijo:
–No puedo más, Rosi. Hoy tardé seis horas en hacer la ruta. Seis gélidas horas.
Era el mes de enero y una gruesa capa de nieve cubría el suelo.
–Me lo imagino –repuso Rosi–. A mí me entró nieve en las botas y se me mojaron los calcetines. Me voy a cambiar mientras pones el té. Nos sentiremos mejor después de una taza de té bien caliente.
–Tengo una idea mejor –dijo Rolf.
– ¿Cuál? –preguntó Rosi.
– ¿Qué te parecería marcharnos de aquí definitivamente? Vivir en un lugar donde siempre haga calor.
Pero cambiarse de ciudad no es sencillo. ¿Alguno de ustedes se ha cambiado de ciudad? Me gustaría conocer su experiencia.

Robert Swindells, Rolf y Rosi, Claudia Legnazzi, ilus. México, SEP-FCE, 1996.

Lectura con 296 palabras.

Cuento del tonto que comió pollo.



Había una vez tres hermanos. El mayor y el segundo estaban bien, y el tercero era un tonto.
Tenían un pollo, pero siempre que hablaban de matar al pollo decían que no le iban a dar ningún pedazo al tonto por tonto. Llegó el día que mataron al pollo y los hermanos que estaban bien ya tenían un plan para no darle nada al tonto. Lo prepararon y lo dejaron listo para meterlo al horno y llamaron al tonto, y ya reunidos los tres le dijeron al tonto: “El que sueñe un bonito sueño se come el pollo”. “Bueno”, dijo el tonto.
Metieron el pollo dentro del horno y se fueron a dormir. Pasó un buen rato y cuando los dos hermanos ya estaban bien dormidos el tonto se levantó y fue a la cocina y se comió el pollo; terminó y se fue a dormir.
Al otro día temprano se levantaron y el mayor dijo: “Vamos a hablar del sueño que tuvimos anoche. Yo voy a empezar. Pues yo anoche fui a la Gloria y vi al Señor.” “Sí –dijo el otro hermano-, yo vi cuando te ibas volando, me agarré de la manga de tu camisa y nos fuimos los dos.” “Sí –contestó el tonto–, yo vi cuando se iban, y como pensé que ya no iban a regresar fui a la cocina y me comí el pollo; sólo quedaron dos huesitos para que los chupen.”



Joaquín Martínez Mendoza, “Cuento del tonto que comió pollo” en Las narraciones de niños y niñas indígenas. México, SEP-Dirección General de Educación Indígena, 2001.


Lectura con 239 palabras.

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