TE INVITO A CONOCER LA HISTORIA DE MI PUEBLO ALMAGUER, CAUCA

TE INVITO A CONOCER LA HISTORIA DE MI PUEBLO

ALMAGUER, CAUCA

Historia
Fecha de fundación:19 de agosto de 1551
Nombre del/los fundador (es):Vasco de Guzman y Alonso de Fuen Mayor
Reseña histórica:
El 10 de octubre de 1550, el Licenciado Briceño, Gobernador suplente de Popayán otorgó licencia a Vasco Nuñez de Guzmán para una entrada de pacificación y poblamiento.
Si Guzmán obedeció su reducida obra de pacificación no se sabe, lo cierto es que no se atuvo a los términos de esa cédula y, organizada una modesta expedición de 59 hombres, salió de Pasto hacia el norte, capturó de paso a unos indios de Mancayapo y se internó en la provincia de Guachicone, cuya conquista carecía de autorización.Allí en una repisa de la sierra, a 2.300 metros de elevación, fundó lo que él denominó La Ciudad Del Cesar.
El tristemente célebre Alvaro de Oyón, quien como el mismo Guzmán, acaba de llegar del Perú, fue nombrado Alcalde de la nueva fundación y luego fue reemplazado por Alonso de Fuenmayor quien dio por nulo todo lo hecho por Don Vasco de Guzmán y fundó por segunda vez la ciudad, ahora con el nombre de Almaguer, para honrar a Briceño, quien era oriundo del corral de Almaguer en La Mancha, España.
Según la tradición esa ceremonia tuvo lugar el 19 de agosto, día de San Luis. La fecha es verosímil, pero el nombre de San Luis de Almaguer parece una invención, tal vez por conmemorar a Don Luis, hijo del Rey Felipe V.
De todas maneras recibió el nombre de San Luis de Almaguer, que resultó siendo definitivo, pues durante el proceso de fundación también fue llamada ciudad del César y declarada Distrito Minero de la América Española, razón por la cual recibió de Felipe II el escudo de armas y el título de “Muy noble y muy leal ciudad”
Tras su fundación Almaguer se erigió como una de las principales ciudades del sur del país, razón por la cual residían en ella el Alférez Real, teniente del gobernador, los alcaldes de primera y segunda dominación, el alcalde ordinario de la santa hermandad, los capitanes de milicias reales, escribanos públicos y demás empleados y autoridades que regulaban el mecanismo colonial.
Más tarde repetidos movimientos sísmicos hicieron venir a menos el auge de Almaguer, el temblor del año de 1740, fue tan recio y prolongado que los vecinos se vieron obligados a toldar por quince días en la plaza pública. El terremoto de 1765 la destruyó casi totalmente y obstruyó los socavones de sus ricas minas, en las que trabajaban hasta dos mil peones, en su mayoría indios y negros, que sacaban de una sola mina hasta treinta mil pesos oro mensuales.
En el presente aún se ven escombros de edificios, trazados de antiguas calles y otras ruinas que revelan lo que fue la ciudad, como la quebrada de Gudiño, donde existió la casa de uno de los fundadores, Don Álvaro de Gudiño, lugar en el que hasta hace un tiempo solían encontrarse piezas de oro y plata labradas y que hoy en día es quizá el único recuerdo que Almaguer conserva de su pasado.
Fuente: Pbro.MUÑOZ LOPEZ Luis Alfonso. ALMAGUER.; “SU HISTORIA Y SU FOLCLOR 450 AÑOS” ;1551-2001.




ALMAGUER, CAUCA





En Almaguer hay una mujer de ochenta años abandonada por sus hijos que recorre las calles con un manto negro en la cabeza, llega a los restaurantes y espera con paciencia que le brinden algún bocado; viéndole las arrugas sobre las arrugas y las historias que respiran en sus palabras, uno no puede dejar de pensar en la metáfora de “cien años de soledad”. Las calles principales son adoquinadas y en las esquinas no dice prohibido parquear, sino “Prohibido amarrar caballos”. En la iglesia principal hay una Virgen morena que hace milagros sorprendentes del cual dan fe y testimonio cientos de pobladores que le llenan de flores el altar. En los restaurantes el desayuno consiste en caldo de carne, arepa, arroz con carne frita o presa de pollo, un sabroso pan casero y un tazón de café con leche. El parque principal es un monumento al mal gusto: una plazoleta recién reconstruida en cemento y mal terminado que hace llorar por la nostalgia y el encanto de los parques tradicionales con árboles frondosos y bancas que invitaban a conversar. Hay otro lugar llamado “el parque del amor”, que más que parque, es un jardín de árboles bien cuidados y flores de excelsas fragancias, un lugar mágico que logra trastornar los sentidos y sus duendecillos hacen enamorar y vibrar hasta los huesos a quienes pasan por ahí. Hay también, una leyenda viva con su maldición incluida respecto a una iglesia abandonada, sin puertas y con el techo en el piso que sorprende a los turistas; dicen que debajo de ella hay túneles y tesoros y que una maldición no permite levantar la iglesia que se ha caído varias veces de manera extraña. Hay poetas que llevan el dolor y las alegrías de su pueblo en versos que cuidan celosamente y leen en jornadas escolares y en tertulias organizadas por la Casa de la Cultura. Hay músicos que dicen haber nacido junto con su flauta o sus tambores porque desde que tienen memoria hacen parte de las decenas de chirimías que hay en el municipio. Hay una torre esperpéntica de telefonía celular que se tira la belleza del paisaje de un plumazo… y hace preguntar a los extraños cómo la subieron y por qué sus pobladores dejaron que hicieran semejante monstruosidad justamente allí. Hay un recuerdo latente y palabras agradecidas para con las monjas franciscanas que ya se fueron, pero que durante años rigieron la educación de señoritas en el pueblo. Hay un Señor payaso que acompañado de su hijo es capaz de devolvernos la fe, la risa y la alegría; porque a pesar de los pesares, Almaguer es un pueblo de ensueño, un paraíso en una tierra donde hay esperanzas, muchas esperanzas andando por ahí.

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